El conjuro Sioux del amor eterno

Estaba yo esperando a que mi abuela terminara ojear si le gustaba o no el casal de ancianos (que va ser que no) cuando uno de los señores mayores se me acerca y me dice:

Quieres que te cuente una leyenda?

Quedé toda perpleja pero acepté gustosa pues hasta que mi abuela terminara la partida tenía para un pequeño rato así que se acomodó en uno de los sillones que había en el local y procedió a contarme una historia que realmente me ha gustado, pues todos los pueblos han plasmado su sabiduria ancestral a través de las leyendas y existen tantas como rincones del mundo.

Sin separar ni un segundo sus manos entrelazadas, contaron al viejo brujo, el profundo amor que se profesaban y que pronto materializarían contrayendo matrimonio. Sentían un amor tan fuerte el uno por el otro, que tenían miedo de que algo fallase y por ello, le pidieron al anciano un hechizo, un conjuro o un talismán que les asegurase poder amarse y estar juntos hasta el día de su muerte. El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes, tan enamorados y tan anhelantes esperando su palabra, y tras pensar un momento les encargó a cada uno una ardua tarea.

Pidió a Nube Azul que escalase el monte que existía al norte de la aldea, y que capturase al más hermoso y vigoroso halcón que encontrase con la ayuda de una red, debiendo traerlo con vida el tercer día después de la Luna Llena. A Toro Bravo le encomendó una tarea similar, debía escalar la montaña del trueno, y atrapar a la más hermosa y brava de las águilas, trayéndola sin heridas el mismo día que había convocado a Nube Azul.

Ambos jóvenes tras fundirse en un abrazo se dirigieron a sus destinos para cumplir con la misión. El día señalado volvieron a encontrarse frente a la tienda del anciano portando consigo las dos hermosas aves.
Ambos esperaban realizar algún ritual con la sangre de las aves o un festín en el que cocinar su carne, pero la respuesta del chamán fe bien distinta.

Les pidió que uniesen ambas aves atándolas con tiras de cuero, y las soltasen para que pudieran volar libremente. El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron a los pájaros, el águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse por el suelo, y al poco tiempo comenzaron a irritarse y terminaron arremetiendo a picotazos el uno contra el otro hasta terminar haciéndose daño.

Este fue el conjuro: Jamás olvidéis lo que vuestros ojos han visto, vosotros sois como un águila y un halcón, si os atáis el uno al otro, aunque lo hagáis por amor, no sólo viviréis arrastrándoos, sino que además, tarde o temprano, empezaréis a lastimaros el uno al otro. Si queréis que el amor entre vosotros perdure :"volad juntos...pero jamás atados".


Me quedé super Lol cuando terminó de contarme la leyenda y sin decir nada y con una sonrisa en el rostro se fue del local a la calle. Espero que cuando me vuelva a ver (si mi abuela vuelve) siga teniendo ganas de contarme leyendas de este tipo *O*

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